Al fín y al cabo, Elle Est Belle Beauty nació gracias a cada una de las personas que confiasteis en mí desde el principio.
Si lo pienso bien, todo viene de mi amor por esas pequeñas piezas creadas de forma cuidadosa, con cariño y sin prisas.
Esos objetos que, solo con saber que los tienes cerca, ya te hacen sonreír.
Y quizás por eso mi historia empieza en Madrid, eligiendo uno a uno tejidos antiguos y elaborando con ellos zapatos a medida con telas brocadas, bordados, casullas…
Piezas únicas que no podías encontrar en ninguna otra parte y que se convertían en pequeñas joyas para la afortunada que los llevaba puestos.
Cada uno de esos zapatos llevaba una parte de mí. Pero la vida, la experiencia y, porqué no decirlo, la tierra que tira mucho, me llevaron de vuelta al norte.