Sensual Skin Cleanser

Nos lo han repetido hasta la saciedad.

El secreto de una piel sana es una limpieza profunda.

Sin embargo, muchas mujeres aún siguen sin limpiar diariamente su piel con productos que, no solo la limpien, sino que también la traten y la protejan.

Podríamos creer que es por pereza o falta de tiempo, pero en Elle Est Belle Beauty nos gusta pensar que es porque no han encontrado aún el producto adecuado.

Ese que les hace esperar con ganas el momento de limpiarse el rostro. 

Ese producto que les hace sentir especiales y únicas.

Ese producto pensado exclusivamente para las mujeres Belle.

Mujeres que disfrutan cuidándose, que valoran los productos únicos, especiales, en los que se cuida cada ingrediente y todo tiene una razón de ser. 

¿Qué tiene de especial Sensual Skin Cleanser?

Es un limpiador en bálsamo que se aplica en seco, está producido de manera artesanal en España y es apto para todo tipo de pieles. 

Tras calentarlo sobre la palma de la mano o directamente sobre el rostro, este suntuoso bálsamo se transforma en un suave velo limpiador en aceite que se extiende sobre el rostro y se retira con una muselina de algodón orgánico que, además, realiza una suave exfoliación, estimulando así la renovación celular. 

Sus ingredientes consiguen además que sintamos una relajación profunda al usarlo ya que está hecho a base de manteca de karité y un cóctel de aceites vegetales de argán y semilla de uva, a los que se une el poder detox y limpiador de las arcillas. 

Nuestro bálsamo está formulado para limpiar en profundidad, sin resecar ni alterar la piel, y eliminando suavemente los restos de suciedad y maquillaje.

Conseguirás una piel suave, hidratada, tonificada, protegida y envuelta en el embriagador aroma de la rosa, el cedro, el jazmín y el incienso.

¿Qué sienten nuestras mujeres Belle al usarlo?

“Cuando termino parece que no tenga que ponerme ningún producto más en la piel, la noto súper hidratada y suave”, Patricia.

“Es una pasada. Su olor, su textura y lo bonita que deja la piel”, Elisabet.

“Me encanta. ¡No dejo de tocarme la cara! Y ese olor…”, Claudia.